Hoy en día, dada la coyuntura del mercado laboral, especializarse ya no es una decisión que sólo algunos deberían tomar. Actualmente, todos los profesionales necesitan adquirir y actualizar sus conocimientos dada la gran competencia que hay en el mercado. Todos, sin excepción, se enfrentan a empresas que exigen que sus colaboradores posean liderazgo y ética, que sean eficientes, competentes, capaces de tomar decisiones y estén dispuestos a trabajar en equipo. Todas estas cualidades pueden tener un valor agregado el cual es la especialización.
La formación del traductor en la universidad incluye diversas materias. El traductor egresa preparado en diversos temas que deberá traducir cuando ya esté ejerciendo su carrera. Cabe mencionar que en esta carrera el traductor debe tener una curiosidad innata que lo impulse a investigar y leer, leer demasiado sobre diversos temas, es por ello que se dice que el traductor es una persona culta, porque posee un conocimiento general. Sin embargo, nadie puede dominar profundamente todos los temas y entregar trabajos de todo tipo en su máxima calidad, es por ello que surgen las especializaciones que preparan al traductor o intérprete brindándole los recursos necesarios para que pueda dominar una ciencia en concreto, lo cual lo hará destacar entre la competencia.
Existen especializaciones de todo tipo: traducción jurídica, económica, técnica y científica, médica, financiera, audiovisual y hasta religiosa. Muchos se especializan optando por estudiar másteres y otros se especializan por accidente, ya que la vida los llevó a traducir textos sobre uno o dos determinados temas en su vida profesional y, por ende, terminan dominándolos fácilmente. En ambos casos el traductor adquiere conocimientos terminológicos, lingüísticos, de estilo y de redacción. Todos estos recursos harán que el traductor se desempeñe con mayor eficiencia y rapidez que un traductor generalista al momento de enfrentarse a un texto cuyo tema ya domina.
Pero, ¿qué especialización se debe elegir? Lo primordial es especializarse en la ciencia que capta nuestra mayor atención y la cual disfrutamos investigar. Si nos especializamos en un tema que no nos da satisfacción, pues eso se verá reflejado en el trabajo que entreguemos al cliente por muy especializados que estemos. Recordemos que cada uno es el mejor en lo que hace cuando realmente lo disfruta. Otro motivo que considerar al momento de optar por una especialización es investigar el mercado al cual nos queremos dirigir y ver qué ciencia es la que mayor demanda tiene. Esto nos facilitará encontrar un nicho de mercado al cual podemos ofrecerle nuestros servicios.
Por último, ¿cuándo especializarse? Los especialistas sugieren llevar una especialización luego de tener ya una experiencia considerable en el mercado, algunos años de experiencia laboral. De este modo, el traductor tendrá la mente más amplia y mayor seguridad sobre la especialización que desea estudiar. Una vez culminada la especialización, el traductor tiene que actualizarse constantemente, no todo acaba con el máster que se estudie, se puede asistir a cursos, charlas y seminarios que enriquezcan los conocimientos que ya adquirió.