Son pocas las personas que distinguen la labor de un intérprete con la de un traductor. Si bien es cierto que, para ambas labores es fundamental el manejo de idiomas, estas no son sinónimas. Mientras que el traductor lleva a cabo el trasvase lingüístico de un idioma a otro de manera escrita, el intérprete lo hace de manera oral, en pocas palabras, hace posible la comunicación en tiempo real.
Empecemos por mencionar cuáles son las cualidades que una persona debe poseer para llevar a cabo el trabajo de intérprete satisfactoriamente, puesto que siempre ronda la pregunta de si un intérprete nace o se hace.
El intérprete por naturaleza debe poseer agilidad mental debido a que debe llevar realizar varias cosas a la vez (escuchar, entender, resumir, traducir mentalmente y comunicar) en un tiempo sumamente reducido; debe tener gran capacidad de concentración y no perderla en el transcurso del tiempo porque se puede obviar alguna idea principal del tema que se está interpretando; el intérprete también debe ser capaz de retener las múltiples ideas de la persona a quien está interpretando para luego comunicarlas en otro idioma; también es importante que posea capacidad de síntesis para asegurarse de que transmitirá la idea fundamental. Si bien es cierto que todas estas cualidades son innatas, es posible que el aspirante a intérprete las cultive mediante el aprendizaje de métodos y técnicas de interpretación, el aspirante puede entrenarse mediante el estudio y práctica con el fin de alcanzar el nivel profesional deseado.
Algo que comparten tanto el traductor como el intérprete es que ambos tienen que tener un amplio conocimiento de la lengua materna para poder reexpresar con exactitud lo que su cliente, el emisor, menciona en un idioma extranjero; el intérprete tiene q poseer un amplio vocabulario para encontrar mentalmente el término exacto cuando está interpretando y no divague en su reexpresión, esto se puede lograr mediante el hábito de la lectura. Además, tiene que formarse con el fin de dominar muy bien el idioma o idiomas con los que va a trabajar para poder entender e interpretar con la precisión que se requiere.
Otra cualidad importante es la curiosidad, sí, curiosidad por investigar, buscar, aprender. La curiosidad intelectual es importante porque no siempre se interpretarán los temas que uno domina, de modo que una amplia cultura general facilita la labor de interpretación, esto no quiere decir que el intérprete tiene que ser un diccionario andante, pero en la medida de lo posible, debe saber de todo un poco. Por último pero no menos importante, debemos mencionar que un intérprete no puede ser una persona tímida y nerviosa, esto complicaría mucho su trabajo; además debe tener facilidad de palabra y ser una persona muy discreta con la información que está a su alcance.
Entre las modalidades de interpretación tenemos la interpretación consecutiva, simultánea y de enlace. La primera es la interpretación de un discurso, el intérprete se encuentra al lado del orador, este emite el mensaje, hace una pausa y el intérprete hace el trasvase lingüístico del mensaje durante esta pausa. Este tipo de interpretación se da por ejemplo, en conferencias de prensa, entrevistas, negociaciones, discursos tal como se ha mencionado, etc. La segunda modalidad requiere que el intérprete se encuentre dentro de una cabina aislado del ruido exterior, se hace uso de equipos especiales (micrófono, audífonos, consolas, etc.), el orador no hace ninguna pausa para que el intérprete realice su labor, sino que la interpretación se lleva a cabo de manera simultánea (de ahí su nombre) desde la cabina. La interpretación de enlace, también llamada “de acompañamiento”, se da cuando el intérprete sirve de vínculo entre dos o más personas (no más de 3 o 4) que hablan diferentes idiomas, el intérprete va traduciendo por segmentos los mensajes de los emisores.
La interpretación en Lima-Perú aún no es una profesión muy conocida y reconocida, hace falta una mayor difusión sobre tan ardua labor, pero puede llegar a ser muy rentable si se es muy buen intérprete y requerido constantemente.